Mucho se escucha diariamente sobre las redes sociales y
millones de personas las utilizan en todo el mundo. Podrían definirse, según
Boyd y Ellison (2007) como “un servicio que permite a los individuos: 1°-
construir un perfil público o semipúblico dentro de un sistema delimitado; 2°-
articular una lista de otros usuarios con los que comparten una conexión, y 3°
- ver y recorrer su lista de las conexiones y de las realizadas por otros
dentro del sistema”.
Estas conexiones pueden establecerse a partir de diversos
intereses, y con el ánimo de alcanzar variados fines: compartir aficiones,
ofrecer u obtener empleos, conocer gente y ampliar círculo de amistades, entre
otros.
Hoy en día, cuando hacen tanta presencia en casi todos
los ámbitos de quienes las usan, son más visibles las grandes ventajas que
ofrecen, pero no se pueden descuidar las recomendaciones, no sólo para los
jóvenes, sino incluso para personas mayores, con relación a tener un motivo
específico para usar las redes sociales, ya que cuando ingresan sin un motivo
en particular pueden perder el control de su uso y es ahí cuando se puede
convertir en un vicio. En cuanto a la población más pequeña, los padres o
adultos responsables, requieren ser cuidadosos con el acceso de los niños a
estas redes, pues su inmadurez e inocencia los pone en riesgo de caer frente a
personas cuyo comportamiento e intenciones no son buenos. Niños, adultos,
individuos conectados de manera individual o ya sea a nivel organizacional,
todos corren el riesgo de ser víctimas de delitos informáticos a través de las
redes, precisamente por imprudencias o fallas en las medidas preventivas que se
requieren para un uso adecuado y cuidadoso de las mismas.
Cabe aquí revisar una relación de doble vía: la
influencia de las redes sociales en educación, y el papel de la educación en el
uso de las redes sociales. Sobre la influencia de las redes sociales en educación, puede
decirse que si éstas son bien utilizadas:
- facilitan las comunicaciones;
- viabilizan el intercambio de conocimientos, saberes y experiencias;
- dinamizan escenarios distintos de aprendizaje;
- fortalecen la sensación de aceptación, inclusión y cercanía;
- contribuyen a centralizar las actividades en entornos virtuales específicos;
- ayudan a ampliar la visión que se tiene de otros grupos sociales o culturas;
- apoya la adquisición de comportamientos sociales básicos (normas netiqueta);
- permiten establecer contacto con personas especializadas en diversos temas;
- promueven diversos tipos de producción textual.
En cuanto al papel de la educación en el uso de las redes sociales, sobra recordar que el tipo de formación que se brinda a las personas determina en gran parte el desarrollo de capacidades para establecer relaciones, tomar decisiones, seleccionar contactos y aprendizajes, etc. Es por ello que de la educación se espera que como proceso personal y social ayude a desarrollar competencias para saber afrontar de manera crítica, reflexiva y autónoma las diversas situaciones que se presentan en los contextos donde los individuos se desenvuelven.
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